La alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad que afecta al 15 o 20% de la población, y tiene una base genética. Mi alma se cuela en lo más profundo de cada una de mis células.
La psicóloga Elaine Aron fue la primera en hablar de este rasgo fascinante. Ser una persona altamente sensible (PAS) significa tener un sistema nervioso que procesa la información, tanto interna como externa, de manera profundamente intensa.
Estudios revelan que las PAS tienen circuitos mentales y neuroquímicos más activos en áreas clave como la atención, la planificación, la toma de decisiones y la experiencia emocional intensa. En pocas palabras, las personas altamente sensibles piensan y sienten todo de manera más profunda, lo que nos permite ver y sentir el mundo de una forma única y enriquecedora.
Sin embargo, esta activación excesiva del sistema nervioso puede hacer que nos sintamos tensos, abrumados y, a veces, confusos. En esos momentos, necesitamos retirarnos, descansar y encontrar el silencio mental para recargar energías.
Todos rendimos mejor cuando nuestro sistema nervioso está moderadamente alerta. Si está poco activo, nos sentimos torpes y poco eficaces; por eso recurrimos a trucos como el café o la música para activarnos. Pero cuando nuestro sistema nervioso se sobreexcita, nos sentimos tensos, difíciles de manejar y confusos, lo que afecta nuestra capacidad de pensar y coordinar nuestras acciones.
El equilibrio perfecto se encuentra en un punto intermedio. Las PAS, debido a su naturaleza, se sobreexcitan fácilmente y necesitan estrategias para controlar esa sobreexcitación y seguir funcionando bien durante el día. Es esencial para nosotros encontrar momentos de respiro y tranquilidad.
Ser altamente sensible tiene sus ventajas: una percepción aguda, una profundidad emocional única y una conexión intensa con el mundo. Pero también presenta desafíos que, con las estrategias adecuadas, podemos manejar efectivamente, como las técnicas de meditación o mindfullnes.
Descubre cómo abrazar tu alta sensibilidad y convertirla en tu mayor fortaleza.